Posicionamiento sobre el Informe del Presidente de la Comisión Europea ante la reunión del Consejo Europeo del 25 y 26 de junio de 2015

Madrid, 24 de junio de 2015En su discurso ante el Parlamento Europeo de octubre de 2014, el Presidente de la Comisión Europea, Jean – Claude Juncker, afirmó: “Quiero que la Unión Europea tenga la triple A social(en referencia a la máxima nota que otorgan a la deuda las agencias de ‘rating’). La triple A social es más importante que la ‘triple A’ económica y financiera”. Desde entonces, la Comisión Europea ha dado muy pocos pasos en esta dirección, centrando sus esfuerzos en el aumento de convergencia macroeconómica y la estabilidad monetaria.

El pasado 22 de junio, el Presidente Juncker publicó el Informe “Cinco Presidentes: “Realizar la Unión Económica y Monetaria Europea”. En él se establecen los pasos a seguir para fortalecer la zona del euro mediante la convergencia económica, financiera y fiscal, con el objetivo de promover la competitividad, incluyendo controles fiscales aún más estrictos. “Se debe avanzar en cuatro frentes: en primer lugar, hacia una Unión Económica auténtica que garantice que cada economía dispone de las características estructurales que le permitirán prosperar dentro de la Unión Monetaria. En segundo lugar, hacia una Unión Financiera que garantice la integridad de nuestra moneda en la Unión Monetaria y aumente el reparto de riesgos con el sector privado. Esto significa completar la Unión Bancaria y acelerar la Unión de los Mercados de Capitales. En tercer lugar, hacia una Unión Presupuestaria que proporcione sostenibilidad y estabilización presupuestarias. Y por último, hacia una Unión Política que siente las bases de estas tres Uniones a través de un reforzamiento auténtico del control democrático, de la legitimidad y de las instituciones”.

El documento recupera la propuesta inicial de Juncker de mejorar el empleo y los resultados sociales a fin de lograr “una triple A Social”. Menciona la necesidad de actuar contra el desempleo (que afecta a 18 millones de personas en la Eurozona, especialmente el de larga duración) y de garantizar el acceso a los sistemas de educación y de protección social – un “nivel mínimo de protección social”.

Sin embargo, no realiza propuestas demasiado concretas. Deja en claro que las pensiones y la salud se priorizan como áreas en las que se debe lograr la “sostenibilidad”, término que también comprende factores discutibles como el aumento de la edad de jubilación. Se proponen cambios para el Semestre europeo dando prioridad a las Recomendaciones sobre el Euro, con un informe conjunto sobre empleo y asuntos sociales, que también formaría parte de esta evaluación. Se presta más atención a la legitimidad democrática, con un papel más claro para el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales, aunque sin ninguna mención explícita a otros actores interesados de la sociedad civil.

La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN España) considera que este nuevo Informe, a pesar de lo señalado por Juncker hace un año, avanza poco en las metas sociales planteadas en la Estrategia Europa 2020. No se refuerza el objetivo de reducción de, al menos en 20 millones, el número de personas en situación de pobreza y exclusión para 2020. Tampoco se alude a la meta de disminución del abandono escolar prematuro al 10% de la población en edad escolar obligatoria, ni al aumento de la tasa de empleo al 75% de la población en edad económicamente activa. No retoma la Recomendación “Invertir en la Infancia” de la Comisión Europea, publicada en febrero 2013, ni refuerza la línea de Inversión Social, que ésta planteó en su Paquete de Inversión Social de la misma fecha.

Por otra parte, no avanza en los estándares sociales como posibles Directivas sobre Rentas Mínimas, sobre Prestaciones Universales por Hijos/as a cargo, sobre Prestaciones por Desempleo, entre otras, que permitirían dar pasos firmes hacia una base de mínimos sociales en la Unión Europea. Según el Informe, nuevamente, se espera que los progresos sociales vengan dados como consecuencia de las reformas económicas estructurales para favorecer a los mercados y por una mayor entrega de soberanía de los Estados miembro a la Comisión Europea.  Como ha señalado el Presidente de EAPN España, Carlos Susías, “desde la perspectiva de las entidades que luchamos contra la pobreza y la desigualdad social, el Plan de Juncker equivaldría a entregar más aún, sin garantía de mantener siquiera el nivel de bienestar social que tenemos hoy y, menos aún, de avanzar hacia una mayor cohesión social.  No queremos dar una carta blanca, sin que haya compromisos sociales firmes”.

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